Un día de la vida de Elizaveta Glinka, filántropa y creadora de la fundación "Ayuda justa". Aún en la mañana, planeaba pasar el día con su familia, celebrando su 30 aniversario de bodas, pero incluso hoy no puede apagar el teléfono. La Dra. Lisa tiene que ir a la estación para alimentar a los pobres, y a ver al médico Shevkunov, un amigo suyo, para pedirle morfina para una niña moribunda. Todo este tiempo, las agencias de aplicación de la ley la han estado observándola, interesadas hace mucho en esta persona tan enérgica, que siempre intenta hacer el bien.